Por Analía Casado Medina
Trovador o filósofo… la herencia del pensamiento moderno nos obliga
diariamente a deslindar funciones, a clasificar labores, a especializar
nuestro desempeño en un área específica del conocimiento. Rafa Bocero se
niega a dejar inamovibles estas fronteras que no son tales: juega a
componer, a construir mundos guitarra en mano, a conmover a través de su
voz a los más diversos públicos. Pero si bien desde los 10 años el
músico cordobés explora las posibilidades expresivas de la canción de
autor, Bocero hace estudios de filosofía, de ahí que José Ordóñez se
refiera al creador como “el filósofo que se tornó trovador” y es que, al
fin y al cabo, “música y filosofía nunca estuvieron lejos, nunca
dejaron de quererse”, como destaca el investigador.
Con estos horizontes dirigiendo sus pasos, con ganas infinitas de
entrar en contacto con la cultura y la música cubanas, Rafa Bocero llega
a la Isla invitado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
para poner a prueba su arte ante audiencias diferentes, descubrir la
riqueza de la música del país, acercarse al devenir de la Nueva Trova en
esta geografía. Escenarios, trovadores y especialistas de distintas
ciudades de la nación acogerán la propuesta del cantautor y enriquecerán
un estudio vinculado a su tesis doctoral Música&Metafíca, que
actualmente realiza en la Universidad de Sevilla.
Desde su arribo a La Habana en medio de un tremendo aguacero, Bocero ha
comenzado este intercambio que decíamos era uno de sus principales
objetivos en este viaje: encuentros con Raúl Torres, Omara Portuondo,
Giraldo Piloto, el grupo de son Alabao; presentaciones en la
peña del cantautor Fidel Díaz; conversaciones con el periodista y
crítico Bladimir Zamora; diálogos con la tropa del Centro capitaneada
por Víctor Casaus y María Santucho, quienes realizan una labor
encomiable de promoción continua de la imaginación y la belleza –en
palabras del artista–, resultan algunos de los momentos inaugurales de
un recorrido que promete múltiples sorpresas y que se extiende ya por
Ciego de Ávila, Santa Clara y Trinidad.
Particular importancia en esta visita, además de las grabaciones que
Bocero tiene en planes, tendrá su concierto en la sede de la institución
habanera el próximo 16 de octubre, donde el trovador pondrá disposición
del público un conjunto de temas, los cuales, al decir de los
especialistas, se caracterizan por una búsqueda de lo primigenio como
opción de futuro.
Muestra de esta apuesta del músico resulta Ser, su más
reciente trabajo discográfico, que cuenta con la colaboración de Txomin
Artola, en el que convergen el carácter noble y sincero del norte y la
pasión desbordada del sur en una estremecedora historia de amor… Y con
un adelanto de Ser queda abierta la invitación a este regalo el
próximo martes, en una casa colonial de La Habana Vieja, espacio que,
de seguro, propiciará un acercamiento, otro, a la canción de autor…
Ser el acero en la oración,
la madera en las palabras verdaderas,
el cristal de tu imaginación,
el alambre que te lleva a la certeza.
la madera en las palabras verdaderas,
el cristal de tu imaginación,
el alambre que te lleva a la certeza.
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